Nuestra Historia

Los inicios de un sueño cooperativo

En los años sesenta, el apacible pueblo de Mocupe vivía principalmente de la agricultura y de los oficios artesanales. Entre sus calles polvorientas y su gente trabajadora, las familias luchaban día a día por salir adelante, sostenidas por valores de solidaridad, fe y esfuerzo.
En medio de ese entorno de sencillez y esperanza, llegó un hombre que dejaría una huella profunda en la historia del pueblo: el Reverendo Padre Pablo Roy Larsh, un misionero canadiense que supo ver en los mocupanos el espíritu emprendedor y cooperativo que necesitaba ser despertado.

Más allá de su labor pastoral, el Padre Roy se interesó genuinamente por el bienestar material de las familias. Durante sus visitas a los hogares conoció de cerca la realidad de los artesanos, especialmente la de las mujeres tejedoras que confeccionaban sombreros de junco con admirable destreza, pero que eran víctimas de intermediarios que compraban su trabajo a precios injustos.

Fue en ese contacto humano donde nació la inspiración. Al ver cómo los productos del esfuerzo mocupano eran malpagados, comprendió que la comunidad necesitaba unirse para defender su trabajo y obtener un precio justo. Con el conocimiento del cooperativismo aprendido en Canadá, el Padre Roy concibió una idea que pronto se convertiría en una realidad: organizar a las tejedoras para comercializar juntas sus productos y fortalecer su economía a través de la ayuda mutua.


El nacimiento de la Cooperativa

El Padre Roy reunió a las tejedoras en el salón parroquial y les propuso un plan: organizarse.
Les explicó que, al unirse, podrían vender sus sombreros de manera colectiva y justa, eliminando a los intermediarios. Sugirió que todos los productos se reunieran en un solo punto para su venta, garantizando igualdad y transparencia para todas.

Las mujeres aceptaron con entusiasmo, y así nació el primer espíritu cooperativo en Mocupe.

Sin embargo, al inicio se implementó un sistema llamado “Pandero”, un método basado en sorteos entre las socias para determinar el orden en que recibirían el pago por sus productos. Este sistema, aunque ingenioso, generó demoras y descontento debido a la tardanza en los cobros. Comprendiendo la necesidad de un modelo más sólido y sostenible, el Padre Roy dio el siguiente paso: formalizar la creación de una cooperativa.

Y así, el 24 de junio de 1965, bajo el cielo cálido y tropical de Mocupe, nació oficialmente la Cooperativa de Ahorro y Crédito “San Francisco de Mocupe”.
Las tejedoras de sombreros fueron sus primeras socias, y el local parroquial, su primera sede.

El modelo era sencillo, pero profundamente solidario: la cooperativa compraba los sombreros a las socias, y cada una aportaba el valor de un sombrero para alimentar el fondo común.
En poco tiempo, los sombreros de junco de Mocupe alcanzaron fama regional, superando en ventas a los de Monsefú y Piura por su calidad, resistencia y precio accesible.

Aquella unión de mujeres, guiadas por el ideal del Padre Roy, marcó el comienzo de una historia que, con el paso del tiempo, se transformaría en un ejemplo de progreso, trabajo y esperanza.


Crecimiento y desafíos (1970–1999)

Con el correr de los años, la cooperativa fue creciendo en número de socios y consolidando su reputación.
Durante la presidencia de Crispolo Ortiz, en 1972, se adquirió una casa de adobe que se convirtió en el primer local propio de la institución.

Sin embargo, ese mismo año el fenómeno de El Niño trajo lluvias intensas y la crecida del río Zaña, que desbordó su cauce afectando gravemente a la población. El local de la cooperativa fue dañado y debió volver a funcionar en la parroquia.

Tiempo después, bajo la dirección del Sr. Wilfredo Hernández Gaviria (+), se gestionó un préstamo con FENACREP por 10,000 soles para construir un local moderno. El nuevo edificio fue levantado con bases firmes y visión de futuro, siendo sus padrinos el Sr. Augusto Vallejos Zavala y la Sra. Zoila Horna de Ramírez.

A pesar de estos logros, la cooperativa atravesó luego un periodo de crisis económica y administrativa que debilitó su estructura.
Durante varios años, los socios comenzaron a retirarse, los préstamos se redujeron y la confianza de la comunidad se perdió casi por completo.


El resurgimiento (2000–2004)

Cuando todo parecía perdido, surgieron nuevos líderes con la determinación de devolverle la vida a la institución.
En el año 2000, el profesor Segundo Castillo Espinoza, miembro del Consejo de Administración, decidió asumir el reto de rescatar la cooperativa.

El Consejo convocó una plaza para Gerente, estableciendo como requisito aportar 8,000 soles para reactivar las operaciones. Ante la falta de postulantes, el propio Sr. Castillo decidió asumir la responsabilidad: aportó 4,000 soles de su dinero y aceptó el cargo con un salario simbólico de 400 soles mensuales.

Asimismo, se convocó una plaza para Secretaria, y la Sra. Ana Luisa Delgado Campos se unió al equipo, aportando 2,000 soles y recibiendo una remuneración de solo 100 soles mensuales, también proveniente de su propio aporte.

Con esfuerzo, honestidad y compromiso, ambos iniciaron el camino del resurgimiento.
Gracias a su gestión, la cooperativa recuperó la confianza de los socios, reactivó los préstamos y alcanzó un activo de 100,000 soles.

En 2004, se reconstruyó el primer piso del local, modernizando su infraestructura. Dos años más tarde, se edificó el segundo nivel, consolidando su presencia en el corazón de Mocupe.

Un hecho determinante en esta etapa fue la valiosa gestión del Sr. Manuel Ravined Rivas, mocupano residente en Lima, quien, movido por su profundo sentido de pertenencia y compromiso con su tierra, intervino decisivamente en un proceso legal ante la SUNAT. Gracias al apoyo profesional de su hija, abogada de profesión, se logró un fallo favorable que permitió a la cooperativa recuperar 43,000 soles pagados indebidamente en la década de los noventa.
Esta recuperación de fondos, sumada a la correcta administración de los recursos, representó un impulso trascendental para el fortalecimiento patrimonial y la reactivación definitiva de la Cooperativa San Francisco de Mocupe.


Expansión y consolidación (2013–2022)

Con la visión del Gerente Segundo Castillo Espinoza, la cooperativa inició una etapa de expansión regional.
El 23 de noviembre de 2013, se inauguró la Agencia Zaña, que tuvo una gran acogida entre los pobladores de Zaña y Cayaltí.
Posteriormente, el 20 de mayo de 2017, se abrió la Agencia Oyotún, y el 2 de julio de 2022, se estableció una Oficina Informativa en Pacanguilla, ampliando así la cobertura de servicios financieros.

Con cada paso, la Cooperativa de Ahorro y Crédito “San Francisco de Mocupe” se consolidaba como un modelo de gestión eficiente, cercana y comprometida con el desarrollo de su gente.


60 años de historia cooperativa (1965–2025)

Hoy, la Cooperativa de Ahorro y Crédito “San Francisco de Mocupe” celebra con orgullo sus Bodas de Diamante, con 60 años de vida institucional al servicio del pueblo mocupano.

Son seis décadas divididas en dos grandes etapas:
🔹 Su fundación y crecimiento inicial, guiados por la visión solidaria del Padre Pablo Roy Larsh.
🔹 Su resurgimiento y expansión moderna, liderados por el esfuerzo y la fe de nuevos gestores que mantuvieron vivo el ideal cooperativo.

Actualmente, la cooperativa cuenta con más de 9,000 socios activos y se mantiene firme en su compromiso de ofrecer servicios financieros de calidad, promoviendo el desarrollo económico y social de sus socios y de toda la región.

Misión y Visión

Misión

"Brindamos servicios financieros de calidad para mejorar el bienestar económico y social de nuestros socios mediante un modelo cooperativo."

Visión

"Al 2029, ser reconocida por brindar servicios financieros de calidad promoviendo el desarrollo económico y social de nuestros socios."

Valores Institucionales

Nuestros Principios, Nuestra Esencia

1. Integridad

Actuamos de forma íntegra en toda actividad y funciones que realizamos, aplicando principios éticos y morales, generando confianza y cuidando proyectar una buena imagen de la Cooperativa hacia nuestros socios.

2. Calidad de Servicio

Orientamos todos nuestros recursos y esfuerzos hacia un servicio de calidad, donde nuestro socio cooperativista es el foco principal, ofreciéndoles la mejor experiencia de servicio.

3. Trabajo en equipo

Trabajamos en equipo para conseguir los objetivos, metas y cumplir con nuestra misión.

4. Innovación

Estamos enfocados en la mejora continua, como pilar principal de nuestro modelo de negocio en búsqueda de la mejor experiencia del socio, para asegurar la sostenibilidad de la COOPAC.

5. Responsabilidad Social

Nuestras actividades buscan crear un impacto económico y social en nuestros socios cooperativistas y la comunidad en general.

Órganos Directivos

Consejo de Administración:

  1. Robinson Aníbal Nizama Uchofen – Presidente 
  2. Eduardo Colchado Ramos – Vicepresidente 
  3. Gladys E. Díaz Acuña – Secretaria 
  4. Verónica J. Pairazamán Goicochea – Vocal 
  5. Manfredi A. Campos Mondragón – Vocal 

Consejo de Vigilancia:

  1. Maximina Arismendiz Camacho– Presidente 
  2. Nestor Omar Guevara Perales  – Vicepresidente 
  3. Adalia Mariquita Santisteban Carrera – Secretario 

Comité de Educación:

  1. Eduardo Colchado Ramos – Presidente 
  2. Antonio Federico Valdéz Tello – Vicepresidente 
  3. Gabriel A. Flores Urdiales – Secretario 

Comité Electoral:

  1. Karina Lisset Llactahuaccha Ticlla– Presidente 
  2. Magna Luisa Villegas Puémape  – Vicepresidente
  3. Manuel Alcántara Esquén – Secretario 
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